Mi vida sin tacones

domingo, 30 de marzo de 2025

Toma Decisiones Conscientes y Mejora Tu Vida.

Siempre decides tú

¡Bienvenida a un episodio más de Ellas Triunfan! Hoy hablamos de algo que haces continuamente, aunque no siempre seas consciente: decidir. Porque sí, querida amiga, siempre decides tú.

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¿Por qué es tan importante decidir conscientemente?

Nos pasamos la vida eligiendo, aunque no siempre nos demos cuenta. Desde la hora en que nos levantamos, nuestro desayuno, el transporte que utilizamos para ir a trabajar... ¡incluso decidimos si nos quedamos en la cama o vamos a trabajar! Hay elecciones muy obvias que no podemos evitar, pero muchas otras decisiones las tomamos de manera inconsciente, lo que condiciona nuestros resultados diarios y nuestra vida en general.

Como decía Jean-Paul Sartre:

"Somos nuestras elecciones".

Cada "sí", cada "no", e incluso cada "me da igual", marca el rumbo de tu vida.

Lo que realmente significa decir "sí"

Cuando dices "sí" a algo, automáticamente estás diciendo "no" a otras muchas cosas.

Ejemplo práctico: Un cliente te pide una reunión fuera de tu horario habitual. Si aceptas solo por compromiso, estás diciendo NO a:

  • Compartir tiempo con tus hijos.

  • Tu descanso.

  • Tus límites personales.

  • Tus valores y principios.

Decir sí sin realmente quererlo implica negarte a ti misma, afectando directamente tu autoestima y calidad de vida.

El poder liberador de decir "no"

¿Te sientes mal al decir "no"? ¡No deberías! Cada no que expresas es un sí rotundo a:

  • Tu bienestar.

  • Tus prioridades.

  • Tu autenticidad.

La sociedad nos presiona especialmente a las mujeres para ser siempre complacientes. ¡Rompe con eso hoy mismo! Di "no" con firmeza y amabilidad, fortaleciendo así tu respeto y tu espacio personal.

El peligro oculto detrás del "me da igual"

Cuando dices "me da igual", estás delegando en otros tu poder de decisión.

Ejemplo real: Tu pareja te pregunta: "¿Quieres ir de vacaciones a la playa o a la montaña?" y respondes: "Me da igual, lo importante es estar juntos". ¿El resultado? Terminas pasando tus vacaciones en casa de tu suegra, lejos de la playa que tanto deseabas. Indirectamente elegiste pasar esas vacaciones así.

Cada vez que dices "me da igual", renuncias a tu derecho a elegir. Pregúntate honestamente: ¿Realmente te da igual o tienes miedo de expresar lo que deseas?

Durante años yo misma fui una experta en el "me da igual". Te aseguro que, aunque no lo veía entonces, nunca me dio igual.

Decisiones indirectas y coherencia personal

Mucho cuidado con las decisiones silenciosas que tomas con tus acciones. Si afirmas que quieres más tiempo libre, pero llenas tu agenda de obligaciones, estás actuando en contra de tus propias palabras. Esto afecta directamente tu coherencia personal.

Decidir no decidir también es una decisión. Implica dejar pasar oportunidades o permitir que otros dirijan tu vida.

Pero antes de seguir: ¿Sabes cuánto vale lo que ya eres? 🚀 Si aún no estás monetizando tu talento, estás dejando de ganar dinero.

Yo tengo un don: en solo una conversación contigo puedo detectar tus habilidades más valiosas y mostrarte cómo convertirlas en un negocio rentable. Sin tests, sin cursos, sin rodeos.

En lo que dura tomaros un café o dos, te llevarás claridad absoluta y un plan concreto para empezar a ganar dinero con lo que ya tienes. Si quieres descubrir tu potencial y despegar de verdad, escríbeme ‘QUIERO DESPEGAR’ y te cuento cómo.

Gracias por acompañarme en este episodio. ¡Nos escuchamos la próxima semana en Ellas Triunfan!


Marina Román

jueves, 20 de marzo de 2025

EL DINERO NO ES COSA DE HOMBRES: INDEPENDENCIA, ÉXITO Y AMOR SIN PRECIO.

HACER DINERO TAMBIÉN ES AGÉNERO

¡Bienvenidas a *Ellas Triunfan soy Marina Román Y hoy, después de estar una semana escuchando sin parar  eso de que el talento es agénero  vengo a deciros que hay otra cosa, entre muchas más, que también es agénero y es: hacer dinero! 

Hoy vamos a desmontar otro mito absurdo: que hacer dinero es cosa de hombres. No, no hay un "gen financiero" en el ADN masculino. No hay un código secreto en su cerebro que les haga mejores para generar riqueza. Lo que ha habido es historia, cultura y un sistema que durante siglos les ha dado las herramientas y a nosotras nos las ha negado. Pero eso se acabó. Hoy hablamos de dinero, independencia y por qué el matrimonio ya no es un contrato de supervivencia. ¡Vamos a ello!

Si prefieres escucharme, en vez de leerme, ve a YouTube 


ROMPIENDO EL MITO - EL DINERO NO TIENE GÉNERO

A ver, primero, datos. Porque aquí no venimos a soltar frases motivacionales sin respaldo. Según un estudio del Global Entrepreneurship Monitor, las mujeres están creando negocios a una tasa casi igual que los hombres en muchas partes del mundo. De hecho, en América Latina, el 50% de los emprendedores son mujeres. ¿Dónde está ese supuesto gen masculino del dinero? No existe.

Otro dato interesante: según Forbes, las empresas lideradas por mujeres generan un 10% más de ingresos en promedio que las dirigidas por hombres. Sí, porque cuando una mujer emprende, lo hace con una visión más estratégica y con una gestión financiera más controlada. Entonces, ¿de dónde viene esta absurda idea de que ellos “son mejores con el dinero”?

Simple: hasta hace no tanto, las mujeres ni siquiera podían tener cuentas bancarias sin el permiso de un hombre. En España, hasta 1975, una mujer casada no podía abrir una cuenta sin la firma de su marido. No es que no supiéramos ganar dinero, es que literalmente no nos dejaban. Se nos educó para cuidar al hombre y la casa y que fuera él quien se encargaba de traer dinero...  solo es historia, nada más. Y nosotras, la vamos a cambiar 

CÓMO PODEMOS GENERAR DINERO - HERRAMIENTAS Y ESTRATEGIAS

Ahora que sabemos que la capacidad de hacer dinero no es biológica sino circunstancial, vamos a lo que importa: ¿cómo generamos riqueza sin depender de nadie?

  1. Mentalidad de dinero: No somos malas con el dinero, nos han hecho creer que lo somos. Se acabó el miedo a hablar de dinero, a negociar, a invertir. Si los hombres pueden hablar de negocios sin vergüenza, nosotras también.

  2. Fuentes de ingresos diversificadas: El error clásico es depender de una sola fuente de ingresos. ¿Trabajas en una empresa? Bien. ¿Pero por qué no añadir ingresos pasivos? ¿Un curso online? ¿Inversiones? ¿Freelance? No pongas todos los huevos en la misma cesta.

  3. Aprender de finanzas: No hace falta ser economista para saber manejar tu dinero. Hoy tenemos acceso a cursos gratuitos, a libros, a plataformas que nos enseñan a invertir, a generar ingresos extra. No hay excusa.

  4. Red de contactos: Los hombres llevan años aprovechándose del networking. Nosotras también podemos. Rodéate de mujeres que hacen dinero, aprende de ellas, colabora. Aprnde de hojbmres tambien! llevan más tiempo haciendolo!

  5. Romper con la culpa: No eres “egoísta” por querer ganar más. No eres “ambiciosa” en el mal sentido. Eres una mujer que quiere libertad, y el dinero es una herramienta para ello. Punto. Nos gusta disfrutar de comodidades, ver Netflix en una televisión enrome, dormir en una cama super cómoda, las sabanas de 500 hilos, coches seguros y cómodos, medicina privada para evitar esperas... eso no es ser egoísta ni  superficial ni nada por el estilo... eso es ir en pro de la comodidad: eso es disfrute y por el momento, vale dinero! 

 EL MATRIMONIO YA NO SE SOSTIENE POR DINERO

Y aquí viene el giro. Porque durante siglos, una relación en pareja o matrimonio  era un contrato de conveniencia. Él traía el dinero, ella traía la estabilidad del hogar. ¿Pero qué pasa cuando una mujer ya no necesita a un hombre para sobrevivir? Que las reglas del juego cambian.

Hoy las parejas no se sostienen por necesidad económica. Se sostienen por amor, por admiración, por pasión. QUe realmente es lo unico por lo que deberia sostnerse... Porque si el único lazo que te une a alguien es que paga las facturas, esa relación está condenada.

Y aquí hay algo muy importante: si una mujer necesita que un hombre le dé seguridad, eso no tiene por qué ser a través del dinero. De hecho, si un hombre solo puede hacerte sentir segura con dinero, ¿qué te está ofreciendo realmente? La seguridad no puede depender de algo externo y material. Un hombre que de verdad te hace sentir segura lo hace con su presencia, con su integridad, con su capacidad de estar ahí cuando lo necesitas, con su apoyo emocional, con su fiabilidad, con su capacidad de resolver problemas sin que su cartera sea la única herramienta. La seguridad real viene de la confianza, de la coherencia, de la protección emocional, no de un saldo en la cuenta bancaria.

Antes, las mujeres también hacíamos dinero, pero lo hacíamos desde el matrimonio, desde la estructura de pareja, administrando y organizando los recursos del hogar, asegurando el bienestar de la familia. Ahora, el dinero lo hacemos fuera de la pareja, sin que dependa de una relación. Y dentro de la pareja solo existe lo que realmente tiene que existir: amor, pasión, admiración, respeto. No un intercambio económico disfrazado de amor.

Las mujeres ya no nos casamos “porque toca” ni “porque hay que asegurar el futuro”. Nos casamos porque queremos, porque elegimos, porque hay algo más allá del dinero. Y esto, aunque a algunos les incomode, es una victoria enorme.

Así que ya lo sabes. Hacer dinero no es de hombres. No es un talento reservado para ellos. Es cuestión de herramientas, mentalidad y acción. Y, sobre todo, es cuestión de independencia. Porque el dinero ya no define nuestras relaciones, ni nuestro valor, ni nuestro futuro.. sobretodo: no define con quien tengo que acostarme cada noche para que mis hijos tengan un plato de comida o yo un bolso de lujo (si es que lo quiero) 

Si te ha gustado este episodio, compártelo con más mujeres. Que se escuche fuerte: la independencia económica es poder, y ese poder es nuestro. Nos escuchamos en el próximo Ellas Triunfan. ¡A por todas!

domingo, 9 de marzo de 2025

🚀 SIN TECHOS, SIN BARRERAS: HOMBRES Y MUJERES SOMOS UN EQUIPO

Hoy no vengo a pedir permiso. Tampoco a dar discursos bonitos. Vengo a decir las cosas como son, o al menos como yo las pienso.  Porque sí, es 8 de marzo, Día de la Mujer, y aún seguimos peleando las mismas batallas. Pero, ¿sabeis qué? Ya no venimos a ‘romper techos’. Venimos a exigir que ni siquiera existan.


Soy Marina Román y, recupero este blog que tantos momentos nos dio, para dejaros por escrito lo que siento respecto al día a día de la mujer y cómo podemos elegimos ser nosotras mismas. SI te da pereza leer (cosa que no comparto, leer es de lo más bonito del mundo) por el ritmo de vida que aún llevas (esto hay que cambiarlo) puedes escuchar esto mismo en YouTube.

Si eres hombre y me estás leyendo, te pido que te quedes, porque yo creo que tú también tienes mucho que ver hoy. 

Porque  no, este no es un post para ‘nosotras’ solas. Este es para todos. Porque hombres y mujeres no somos rivales. Somos diferentes, sí, y precisamente por eso juntos hacemos un equipo brutal. Pero aquí hay algo que tiene que quedar claro: si seguimos arrastrando los mismos estereotipos y las mismas barreras absurdas, lo que estamos haciendo es desperdiciar talento. Y yo no sé vosotros, pero a mí esto me da muchísima rabia.

Así que poneos cómodos, porque hoy vamos a desmontar mitos, a reírnos de las tonterías que aún nos frenan y, sobre todo, a dejar claro que aquí nadie va a pedir permiso para ocupar su lugar.


Qué pasa con los estereotipos 

🔹 "Las mujeres no saben conducir"

"Ah, claro. Porque científicamente esta demostrado que  tener ovarios es directamente proporcional a no saber conducir. Pero a ver, ¿cuántos hombres conocemos que no saben ni aparcar en línea recta? O que se pierden en su propia ciudad. No es cuestión de género, es cuestión de práctica... Sabes que según los estudios  los hombres conducen  un 70% de kilómetros más al año que las mujeres… pues ahí lo tenéis: conduce mejor quien más practica

🔹 "Las mujeres hablan demasiado"

Por supuesto... es que nosotras tenemos el récord Guinness de hablar.  De hecho nacemos con un altavoz integrado…  Mientras tanto, un grupo de hombres viendo fútbol se transforma en una cabina de comentaristas de ESPN. ‘¡Golazo! ¡No puede ser, árbitro, estás ciego!’, y así por 90 minutos. Pero la que habla mucho es la mujer. ¡Venga ya!

🔹 "Los hombres no lloran"

"Vamos a ver… ¿en qué año estamos? Decirle a un hombre que no puede mostrar emociones por el simple hecho de ser hombre es como decirle a una mujer que ‘debe ser delicada’ solo por ser mujer. ¡Basta de estas tonterías! Un hombre que sabe expresar lo que siente es un hombre fuerte, punto.” Pero luego, eso si,  les exigimos responsabilidad emocional en las relaciones… hola? sin expresar como se sienten? Venga ya!

🔹 "Los hombres no hacen cosas de casa"

Los hombres cocinan, lavan y planchan.  Yo personalmente conozco a muchos hombres que saben llevar una casa mejor que yo seguro! Y las mujeres manejamos empresas, lideramos proyectos y tomamos decisiones. Welcome to the tal world...

🔹 "Las mujeres no pueden liderar"

¿Perdón? ¿Que una mujer no puede ser jefa porque es ‘emocional’? Entonces explicadme por qué las mejores estrategias en crisis las han dirigido mujeres. Angela Merkel, Jacinda Ardern, Indira Gandhi. No es cuestión de género, es cuestión de capacidad. Y punto.


Los estereotipos de género crean expectativas que nadie puede cumplir al 100%. Para las mujeres, siempre hay esa presión de ‘ser perfectas’, cumplir con una imagen física, tener una carrera exitosa, ser excelentes mamás, esposas, amigas… y todo esto mientras siguen siendo amables, dulces y, claro, sin mostrar demasiada ambición, porque ya saben, ‘demasiado ambiciosa es peligrosa’. Bendito proverbio español...


Pero bueno, no es solo a las mujeres a quienes les toca lidiar con estas expectativas, también a los hombres. Que si no son ‘héroes’, si no son ‘proveedores’, si no son ‘fuertes y duros’, ¡se les ve como ‘menos hombres’! Y al final, estos estereotipos terminan siendo una trampa para todos. Porque no importa lo que hagas, siempre parece que hay algo que no encaja en esa etiqueta ‘perfecta’ que nos asignaron.” Asi que dejemos atrás los estereotipos y seamos nosotros mismos.

 

Somos Diferentes, Pero Eso Nos Hace Imparables

🔹 ¿Sabéis que el cerebro de hombres y mujeres procesa la información de manera distinta?

Los hombres tienen más materia blanca, lo que los hace enfocarse en una tarea a la vez. Las mujeres tenemos más materia gris, lo que nos permite procesar varias cosas a la vez. ¿Sabéis qué significa eso? Que juntos somos imparables. Porque mientras uno pone el foco, la otra ve el panorama completo. ¡EQUIPO PERFECTO!

🔹 Decisiones rápidas vs. análisis profundo

Los hombres tienden a actuar más rápido. Las mujeres analizamos más antes de tomar una decisión. ¿Y qué pasa cuando mezclas estos dos estilos en un negocio, en una empresa, en una relación? BOOM. Balance, éxito, resultados. ¡Así, y solo así, se construyen los grandes proyectos!

🔹 Competencia vs. colaboración

Los hombres suelen armar jerarquías claras. Las mujeres, en cambio, trabajamos más en red. ¿Qué pasa cuando combinamos esto? Que tenemos liderazgo con estructura, pero también con empatía. Es decir… LO MEJOR DE LOS DOS MUNDOS.


Si las empresas, los equipos y las sociedades entienden esto, ganamos todos. Porque mientras estemos jugando a ‘ellos contra nosotras’, estamos perdiendo el verdadero poder que tenemos cuando TRABAJAMOS JUNTOS.


Basta de Techos: No Me Felicites Por Llegar, Dame Espacio Para Crecer

A ver, yo ya estoy cansada de que nos digan ‘¡felicidades, rompiste el techo de cristal!’ Como si fuera un logro extraordinario!! No, señores. No es un milagro. Es lo que pasa cuando una persona CAPAZ hace su trabajo. El problema es que todavía nos toca demostrar el triple para que nos den la mitad del crédito.

🔹 La trampa del ‘techo de cristal’

Se habla mucho de ‘mujeres rompiendo barreras’ y ‘rompiendo techos de cristal’. Y sí, claro, es inspirador. Pero… ¿por qué hay barreras en primer lugar? ¿Por qué sigue siendo noticia cuando una mujer llega a un puesto de poder? ¡No debería serlo!

🔹 Visibilidad: Lo que aún nos deben

No solo hemos tenido que pelear por entrar, sino también por ser vistas. Hay mujeres que han cambiado el mundo y aún hoy nadie las conoce. ¿Cuántas veces hemos visto a hombres llevarse el crédito por el trabajo de una mujer?

🔹 Ejemplos históricos

Ada Lovelace creó los fundamentos de la programación. Rosalind Franklin descubrió la estructura del ADN, pero los premios se los llevaron otros. Y así, muchas más. Si no reconocemos estos logros, seguimos perpetuando la idea de que las mujeres no han estado en la historia, cuando la realidad es que siempre han estado, solo que nadie se molestó en escribir sus nombres.


🔹 Mi amiga Lorena Feria lo dice siempre: ‘El talento es agénero’. A lo que yo añado: el talento, la inutilidad, la idiotez y mil cosas más...


Cuando alguien es bueno en lo que hace, no importa si es hombre o mujer. Pero aún hoy seguimos viendo titulares tipo ‘Mujer logra ser CEO de empresa’. ¿Y qué? ¿Se supone que es noticia? Debería ser lo normal.

Así que, hombres, no nos pongáis techos y luego nos aplaudan cuando los rompemos. Mejor no los ponéis y punto. Y mujeres, dejemos de pedir permiso. Estamos aquí para quedarnos y para liderar, no para que nos ‘cedan un espacio’.


Cómo Hombres y Mujeres Juntos Podemos Cambiar Esto 

Aquí está el punto clave: los hombres no tienen que ‘permitir’ que las mujeres entren a espacios de poder. No es un favor. Es justicia.

🔹 En el trabajo

Si eres hombre y diriges un equipo, revisa: ¿realmente hay igualdad de oportunidades? No basta con decir ‘yo no soy machista’, hay que asegurarse de que en la práctica, las mujeres tengan el mismo acceso al crecimiento y reconocimiento.

🔹 Las empresas con equipos mixtos son más exitosas

No es inclusión por obligación, es inteligencia de negocios. Los equipos diversos toman mejores decisiones, generan más ganancias y crean más innovación. Es un hecho.

🔹 No basta con ‘romper barreras’

Repito: no queremos tener que romper techos, queremos que no existan. Porque si realmente somos equipo, no tendría sentido que una parte tenga que esforzarse el doble para llegar al mismo lugar.


Si algo quiero recoger en este episodio es esto: no se trata de ‘hombres vs. mujeres’. Se trata de que TODOS avancemos juntos. Pero para que eso pase, necesitamos dejar de ponernos límites ridículos.

Mujeres: NO pidas permiso. NO esperes a que alguien te diga ‘sí puedes’. NO bajes la voz. Porque el mundo necesita lo que tenemos para ofrecer. Y si alguna vez dudas, recuerda esto: el talento, la inteligencia y la capacidad NO TIENEN GÉNERO. 

Hombres: No seáis el obstáculo. Sed el impulso. Porque si realmente crees en la igualdad, entonces ayuda a construirla.

Y a todos: la próxima vez que escuches un estereotipo, ríete  Destrúyelo. Porque el día en que dejemos de creer en esas tonterías será el día en que realmente celebremos la igualdad."

No olvidéis que el mundo es de los que no aceptan límites. Gracias por llegar hasta aquí, nos vemos en una semana ;-)



Marina Román